Bolas de fuego

Tabla de contenidos

Onza `tipo´ de la ceca de Lima, año 1746, con la característica única en esa fecha de estar profusamente decorada con estrellas, estrellas que representan las “bolas de fuego” de las que hablamos a continuación. 

Cuentan las crónicas que … “Los relatos de las monjas concordaban en que, debido a la conducta licenciosa de sus ciudadanos, y en especial la de los mismos religiosos, unas bolas de fuego provocadas por la ira de Dios arrasarían a la ciudad de Los Reyes, capital del virreinato del Perú”.

… Fray Santisteban añadió otra historia del mismo tono religioso: “Conocí una -alma religiosa muy santa y senzilla- en Huamanga (entre Cuzco y Lima, hoy día Ayacucho) en 1748, dos años después del terremoto que declaró que Dios le había manifestado varias veces la inminente ruina de Lima y Callao y que por sus culpas, la «havía de abrasar con fuego”. Dos veces vio en sus oraciones que Lima ardía en un fuego que llovía del cielo.El padre se impresionó tanto con estas dos historias que se fue a Lima «lleno de miedo». El miedo, entonces, pasaba de las religiosas a sus padres confesores y de ahí a otros sectores y regiones….debido a la conducta licenciosa de sus ciudadanos, y en especial la de los mismos religiosos, unas bolas de fuego provocadas por la ira de Dios arrasarían a la ciudad de Los Reyes, capital del virreinato del Perú

 

Charles F. Walker (Charles «Chuck» Walker, nacido en 1959, escritor estadounidense, presidente de la Fundación MacArthur en Derechos Humanos Internacionales y profesor de historia latinoamericana en el Instituto Hemisférico de las Américas. Los intereses de la Fundación incluyen Perú, desastres naturales, movimientos sociales…) dice: “Desde el terremoto a las bolas de fuego: premoniciones conventuales sobre la destrucción de Lima en el siglo XVIII”. El terremoto de 1746 fue un primer paso, un preludio o aviso, y “todos temían que las bolas de fuego fueran a culminar la amenaza”.

Preciosas onzas limeñas que nos muestran cuán cerca están las acuñaciones monetarias de lo cotidiano que sucede en su entorno, en el pueblo. Nadie como los ensayadores de Perú para plasmar estos acontecimientos; en otro escrito hablaremos de un caso de piezas limeñas de 1716 que también refieren el terremoto acontecido en ese año.

¡Qué profusión de estrellas! acompañan a los leones, a los castillos, al valor, al ensayador, al PLVS ULTRA, a la fecha…

 

Las onzas limeñas de 1746, plagadas de estrellas, son únicas, pues no hay otros años con esta `anomalía´; nadie sabe a ciencia cierta a qué causa respondían estas manifestaciones. Todos los estudiosos intuyen que están relacionadas con el terremoto que asoló Lima y el Puerto del Callao el 28 de octubre de 1746, pero al suceder el desastre tan avanzado el año, por fuerza la decoración de las monedas con estrellas debieron ser acuñadas antes del seísmo, pues además dicho terremoto también destruyó la Casa de la Moneda de Lima, que tardaría algunos meses en volver a ponerse en funcionamiento y, por tanto, a partir de esa fecha empezaría a acuñar piezas del siguiente año.

Esta decoración nos sugiere más bien algo agradable, algo bueno, son alegres…, por lo que me atrevo a sugerir que los monederos plasmaron lo que observaron aquel año en el entorno de las montañas limeñas, unas especiales “lluvias” de estrellas que, por un lado, asombraron y entusiasmaron a los ciudadanos y, por otro, aterrorizaron a otros, como hemos podido ver en las “premoniciones” narradas anteriormente… 

Así pues, itero, la fábrica de la moneda se hizo eco de este fenómeno y no dudó en estamparlo en sus monedas… Esta tesis se apoya en relatos de aquella época, (a uno de ellos me refiero más arriba), y en el hecho científico de que cada año se produce una “lluvia de estrellas”, llamado el fenómeno de las Perseidas, que consiste en una lluvia de meteoritos que podemos ver un par de veces al año. Se llama así porque la cola de casi todos los meteoritos apuntan a la constelación de Perseo. Las lluvias de agosto también suelen denominarse “lágrimas de San Lorenzo” porque se celebra la festividad de San Lorenzo el 10 de agosto, fecha en que se suele visualizar el fenómeno. La lluvia se produce cuando la Tierra atraviesa la órbita del cometa “109 / Swift Tuttle” y permite que sus partículas atraviesen la atmósfera. En ese momento, la basura del cometa se convierte en rayos de luz y calor que forman el fenómeno mencionado.

Fragmento de una noticia aparecida en un periódico peruano hace unos años. Lunes, 5 de mayo de 2008: “Mañana, los limeños podremos observar, con gran nitidez, uno de los espectáculos máshermosos que nos puede ofrecer el cosmos…Una lluvia de estrellas, fenómeno llamado ETA Aquaridesproducido cuando la tierra en su camino alrededor del sol cruza por la zona que atravesó varias veces elcometa Halley, desparramando las partículas de su cola. Estas partículas son las que podremos observar en forma de estrellas fugaces. Esta lluvia de estrellas se verá como enjambres luminosos, que se encienden, corren raudos y se apagan”

Nota: No se conocen ejemplares limeños ni de 4, ni de 2 escudos de este año de 1746.
Por D. Rafael Tauler Fesser

Categorías

¿Le gustó el artículo? Compártalo