No se llamaban así Vol. II

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En nuestra historia hay casos en los que el nombre con el que importantes personajes pasaron a la posteridad y por el que se les recuerda, tampoco es el suyo, a ellos nos vamos a referir.

Caracalla

El hijo mayor de Septimus Severus realmente se llamaba Lucius Septimius Bassianus. Cuando su padre le hizo Emperador adoptó el de Marco Aurelio Severo Antonino. ¿De dónde entonces el nombre de Caracalla?:  Gustaba llevar una larga túnica con capucha que hizo oficial entre sus soldados, esta túnica de origen galo recibía ese nombre y de ahí el apodo con el que es conocido en la Historia.

Este despótico personaje hizo asesinar a su hermano Geta a quien su padre había nombrado co-emperador. Promulgó el Edicto de Caracalla por el que se extendía la ciudadanía romana a todos los habitantes libres de las provincias. Aparte de acrecentar la romanización, de paso se elevaban los ingresos fiscales.

En el aspecto numismático, hay que destacar la creación de una nueva moneda de peso equivalente, aproximado a 1,5 denarios,  en la que el busto del emperador aparece radiado. Como no sabemos su nombre original se le da el nombre de “Antoniniano” recordando el nombre adoptado como Emperador. Posteriormente esta moneda se fue devaluando hasta que tras la reforma de Diocleciano desapareció.

Caracalla murió asesinado a manos de Macrino en la localidad de Edesa(Turquía). Corría el año de 217 después de seis años como Emperador de Roma.

El Cid Campeador

Como todos sabemos su nombre original era el de Rodrigo Díaz de Vivar, pero a día de hoy, no estamos seguros de que Vivar, localidad burgalesa, fuera su lugar de nacimiento. Al parecer provenía de una familia noble, pero incluso hoy esta cuestión presenta algunas dudas en los estudiosos del tema. Lo que sí parece claro es que el juramento de Santa Gadea es una leyenda, para mitificar aún más la figura del héroe, que un hecho real, porque desde luego no concuerda que fuera el propio Alfonso VI quien le otorgó la mano de su sobrina Ximena (1.074) y que el destierro de Rodrigo se produjera siete años después del supuesto juramento.

Al parecer fue una inoportuna expedición del burgalés a los campos toledanos, sin permiso, lo que motivó la severa actuación real, pues puso en jaque las negociaciones que llevaba el monarca para hacerse con la importante ciudad de Toledo. Fue esto lo que probablemente motivó el destierro de Castilla y la confiscación de los bienes del buen vasallo quien partió hacia Aragón con sus mesnadas. Allí, tras ser rechazados sus servicios por los condes Ramón Berenguer II y Berenguer Ramón II de Barcelona, decidieron que Rodrigo apoyara al rey de Zaragoza, Al- Muqtadir, en las luchas que mantenía con su hermano Al- Mundir, que lo era a su vez de Lérida, Tortosa y Denia. Derrotó a los adversarios de Al Muqtadir y de ahí le viene el nombre de Cid que deriva del nombre “Sidi” = Señor.

Como curiosidad debemos añadir que si bien no fue un rey al uso si fue abuelo de rey, concretamente de García Ramírez IV, Rey de Navarra y además tatarabuelo de Alfonso VIII de Castilla, pues sus dos hijas ¡Oh casualidad! Que según el cantar de gesta se llamaban Dª Elvira y Dª Sol, no era ese su nombre, sino María y Cristina. Casaron con Ramón Berenguer III, conde de Barcelona y con Ramiro Sánchez, Infante de Navarra .

Catalina "La Grande"

Catalina II era una princesa prusiana de segundo rango, su nombre real fue el de Sofía Federica Augusta, pero con motivo de su boda con el Gran Duque Pedro, que sería zar con el nombre de Pedro III, se convirtió a la religión ortodoxa rusa pese a la oposición de su padre en este punto. Su nuevo nombre fue el de Yekaterina (Catalina) Aleksèyevna.  Su fuerte personalidad la llevó a ocupar el trono de todas las Rusias en calidad de zarina durante treinta y cuatro años. Su joven e inexperto esposo fue víctima de su debilidad, solo estuvo seis meses como zar. La Guardia Imperial Rusa, al estilo de la Guardia Pretoriana decidió destituirle, a los tres días fue asesinado por Aléksei, hermano de Grigori Orlov quien ocupaba el cargo de jefe de la Guardia y amante de Catalina.

Numismáticamente, sus monedas son bastante llamativas por la voluptuosidad que gustaba exhibir en las diferentes acuñaciones en las que figuraba su imponente figura. 

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