Popular gobernante, exitoso militar

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Hoy les presentamos este áureo de Tácito de la más alta rareza, que aparecerá en nuestra próxima Subasta 50 en sala que se celebrará el 5 de Febrero de 2020, en el Hotel Gran Meliá Fénix en Madrid. Nos encontramos ante el mejor ejemplar conocido de dos existentes, con brillo original, una excelente acuñación y un espectacular retrato.

Lote 258. Tácito. Áureo. 275-276 d.C. Serdica. (Mal atribuida a Ticinum). (Spink-11759 variante). (Ric-118 variante). (Cal-4114 variante). Anv.: IMP C M CL TACITVS P AVG. Busto laureado, drapeado y acorazado a derecha. Rev.: SECVRIT PVBLIC. Securitas en pie de frente, cabeza a izquierda y piernas cruzadas, sosteniendo el cetro largo en su mano derecha y apoyándose con la izquierda en la columna. Au. 4,85 g. De la más alta rareza, el mejor de solo tres ejemplares conocidos y uno de los dos que aún existen, ya que la pieza de Cohen se fundió después del infame robo de 1831. Una moneda maravillosa, con brillo original y perfecta acuñación con un retrato muy atractivo. Ex Leu Numismatik Auction 4, lote 726. SC-. Est...18000,00. 

 

Observar un áureo en este maravilloso estado de conservación es un lujo que raras veces podemos permitirnos, pero además, como es el caso, tratándose de un raro y escaso ejemplar le añade un plus de satisfacción en la observación de esta moneda. 

 

Cuando fue proclamado emperador, Tácito ya había alcanzado la avanzada edad de 75 años, nada habitual en aquella época, y su reinado apenas duró seis meses. Aún y así, se le recordó y reconoció posteriormente como un «buen gobernante senatorial» que debió preocuparse por el pueblo si nos fijamos en unas cuantas monedas de su reinado, en cuyos reversos vemos alusiones al bienestar de los ciudadanos, tales como: Felicitas temporum, Pax perpetua, Pax publica, Salus publica o, como en la pieza que ofertamos, Securitas publica; felicidad, paz, salud, seguridad, en fin, anhelos de bienestar…

Su interés por el bien común no le impidió dedicarse también a los asuntos bélicos, ya que hubo de ocuparse de las incursiones de los godos, consiguiendo una victoria frente los alanos cerca de Palus Maeotis (delta del Don en su desembocadura).

Por todo ello concluimos afirmando que Tácito, pese a su corto mandato, fue un emperador muy completo que supo hacerse querer por su pueblo y por su ejército como se le reconoció en la posteridad.

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