La fauna y la flora en la moneda ibérica Vol. III

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La Flora en la numismática

La representación de nuestra flora es más modesta que la de nuestra fauna. Es lógico teniendo en cuenta que un animal es un ente con movimiento propio que transmite más sensaciones que un vegetal que, pese a su condición de ser vivo, es más estático. Aquí entra en juego la función parlante de la moneda. Impone más respeto al enemigo indicar que dominas un caballo o un elefante y que Pegaso y Esfinge están de tu lado, que decir que tienes muchas bellotas o muchas palmeras.

Nuestras representaciones vegetales las dividiremos en dos partes, la que podríamos definir como la planta en sí, ya sea árbol, arbusto, gramínea, etc., y el producto de estos, el fruto, la flor, el grano o lo que proceda.

Otra representación podría ser la simplemente ornamental.

La bien ponderada fertilidad de nuestras tierras, en las fuentes antiguas, hablan del trigo y la cebada como los cultivos más importantes junto con el mijo, que era también panificable y podía aguantar más de cien años en nuestros primitivos silos.

Respecto de nuestros bosques, recordamos la leyenda de que una ardilla podía ir desde Gibraltar hasta los Pirineos de árbol en árbol. ¡Sin tocar el suelo! Probablemente se trate de una leyenda apócrifa, aunque algunos la atribuyen a Estrabón. Lo que es indudable es que hace dos mil años hubo en la península masas boscosas de gran extensión.

Grupo I (Árboles, Arbustos, Gramíneas, Etc.)

Palmera

Cartagonova. Calco. Tauler&Fau. Subasta 3, Lote 14.

Su nombre griego, además de palmera, significa fenicio, pretendía dejar constancia de que la autoridad emisora era púnica, pues su alfabeto no era interpretable por otras culturas. Como árbol lo vemos representado en cecas, como Cartagonova, Baria o Tagilit, todas ellas de marcado carácter púnico.

La palma, como componente del árbol, aparece en diferentes cecas a lo largo y ancho de nuestra geografía, como en Arsa: ACIP-910, Baicipo: C-1, Laelia: ACIP- 2361. Aquí aparece junto a una espiga. Ugia: ACIP- 2649

También aparece siendo llevada por un jinete al ser considerada por diferentes culturas como un elemento representativo de celebración o de victoria. Hay muchas cecas que la incorporan a sus jinetes victoriosos como Iltirta, Iltirkesken, Sekaisa, Kelse, Turiasu, etc.

Palmito

Lo podemos apreciar en la ceca de Laelia, entendemos que no se trata de una palma por la disposición de sus hojas alrededor del peciolo central. Lo vemos en semis y cuadrante de dicha ceca: C2/4. Es la única palmera autóctona en nuestra península. No confundir con el palmito que
se extrae del cogollo tierno de otras palmeras y que se vende envasado en los supermercados, en especial el chontaduro siendo Ecuador su principal productor.

Árbol

Como tal lo describen diferentes autores, aparece en la ceca de Vesci detrás de un toro. El flojo estilo del grabador no nos hace pensar en ningún árbol en concreto, si bien al estar situada en la zona de Extremadura se podría pensar en una encina, tan abundantes en aquella región.

Laurel

Segóbriga. Semis. Tauler&Fau. Subasta 69, Lote 2108.

 Lo tenemos presente en unos denarios de Augusto acuñados en Caesaraugusta. Puede estar en forma de ramas como en ACIP-4.022., o en forma de corona de laurel como en el áureo: ACIP- 4.024, donde se encuentra presente en anverso y en reverso.

Olivo

Según la mitología griega, el olivo fue un regalo de la diosa Atenea a los atenienses. Pese a su abundancia en nuestra península, está poco presente en nuestras monedas. Lo podemos apreciar como al laurel en forma de ramas enmarcando a un búho en las fraccionarias anteriores a las dracmas de Emporion. C-6. En Vill 2: pág.157 Nº 142 y 144.

Vid

Ulia. As. Tauler&Fau. Subasta 40, Lote 2180.

En Ulia tenemos una interesante representación de esta planta en la que se aprecian sus raíces, de la que salen dos ramas con sus frutos formando una especie de cartela, en la que se lee: VLIA. C-1/5.

Otras cecas llevan una figura humana que porta un racimo de uvas. Irippo: C-5, Orippo en todos los casos al igual que Oset. En Turri.Regina acompaña al racimo de uvas una espiga. C-3.

Podemos constatar en estos ejemplos el interés de las diferentes cecas en mostrar, a través de la moneda, la calidad de sus productos; nos referimos en este caso a la uva de la que luego se obtenían los diferentes tipos de caldos tan apreciados en Roma.

Espiga de trigo

Carmo. As. Tauler&Fau. Subasta 85, Lote 7088.

Junto con la palma es el elemento vegetal que más se repite en nuestras amonedaciones antiguas. Lo encontramos sobre todo en cecas del sur de la península, a veces se presenta sola como en el caso de Carmo, Bailo, Iliturgi, Mirtilis, etc. En Mirtiles degenera de tal manera la espiga que algunas piezas parecen más una palma o una raspa de pescado.

Otras veces lo hace con dos unidades normalmente en paralelo, y en muchas ocasiones enmarcando la ceca formando un conjunto muy armonioso como en Acinipo, Ilipla, Onuba,etc. En algunos ejemplares de Acinipo hay que hacer un acto de fe para poder afirmar que lo que vemos se trata de una espiga, como en C-3.

Aparece en muchas ocasiones con un carácter complementario, como en Obulco o en Abra. Siempre la acompaña un arado. En el as sextantal de Obulco podemos apreciar una magnífica pieza que presenta una espiga muy bien labrada, con un arte magnífico.

En Lascuta lo encontramos adornando un altar con dos, tres o cuatro espigas: C-2,3 y 1.

Es muy interesante un as de Bailo: C-5 en el que aparece una espiga detrás de la cabeza de Melkart, no apreciamos la clava, podría ser que quisiera sustituir a esta para indicar una protección menos guerrera y más agrícola.

Formando parte del anverso como elemento que acompaña a una cabeza masculina lo encontramos en Vesci.

Siendo tantas las cecas que tienen presente a este elemento, cabe pensar que hay diferentes razones para adoptar este motivo.

Grupo II. Productos de la planta.

Recogemos en este apartado lo que la planta nos ofrece en forma de fruto, flor, grano, etc. Algunas acuñaciones no tienen la calidad artística que sería deseable para poder apreciar con claridad la idea del artista. Así hay palmas que pueden parecer espigas y viceversa, o granos que pueden ser semillas o piñas que parecen chirimoyas, pero a lo largo de muchas publicaciones se ha aceptado el reto y podemos estar bastante seguros de algunas representaciones que pudieran parecer dudosas.

Rosa

Por antigüedad y por belleza merece encabezar este apartado la rosa de Rhode vista desde abajo. ¡Qué imaginación la de aquellos artistas! C- 1/5. También la podemos apreciar vista desde arriba en C-6 y 8. En la ceca de Ebusus, tenemos una rosácea de cuatro pétalos en C- 29.

Loto

La podemos apreciar en una hemidracma de Ebusus: C-16, ó bien en un cuadrante: C-42. Así mismo en una dracma de Arse, aunque podría tratarse de otro tipo de flor: C-21.

Flor de diversos pétalos

Es una representación muy esquemática, puede ser cualquier tipo de flor con esas características. Es un motivo que se repite mucho en el medievo. Ebusus: C- 13. (siete pétalos). También una de cuatro puntos alrededor de uno central en C.14, cinco en C-32 y seis en C-27. Todos en la misma ceca.

Piña

Olont. Semis. Tauler&Fau. Subasta 56, lote 20.

Nos referimos a la piña procedente de los pinos, no a la piña tropical. Los piñones debieron estar demandados en la antigüedad formando parte de salsas y guisos. Podía tener un significado de valor de la moneda. La encontramos en sendos semisis de Olontigi: C- 2 y 3.

También está presente sostenida en su mano por parte de una mujer sentada en Irippo: C-1/4.

Bellota

Ostur. Semis. Tauler&Fau. Subasta 34, lote 4199.

Está presente en todas las monedas acuñadas en la ceca de Ostur. ACIP: 2429/2436. Cerca de Villalba del Alcor en la provincia de Huelva. Nos parece muy probable que ya estuviera presente una incipiente industria chacinera en la zona. No podemos precisar la antigüedad de esta actividad, pero en la isla griega de Salamis, que fue destruida en el 450 a.C., se elaboraba un embutido cuyo nombre ha perdurado hasta nuestros días.

Uvas

Acinipo. As. Tauler&Fau. Subasta 85, lote 7072.

No vemos uvas sueltas o unidades de la misma, aparecen en racimo y por eso las hemos incluido en el grupo I como vid. En la ceca de Acinipo, en toda la serie, aparecen unos racimos de uvas con una pinta estupenda, dan ganas de empezar a comerlas.

Dátiles

En algunas monedas de Cartagonova observamos una palmera con frutos y pensamos que se puede tratar de los deliciosos dátiles tan abundantes en la actual Túnez. En un divisor de calco (mitad), C-41, vemos un claro y bonito ejemplo y, mejor aún, en la pieza de tres sículos de caballo parado: C-63.

Grupo III. Ornamental.

Láurea

Segóbriga. Semis. Tauler&Fau. Subasta 73, lote 216.

Las diferentes láureas que encontramos en las cabezas de aquellos dioses, héroes, guerreros, etc. darían para escribir un buen artículo hablando exclusivamente de este tema, pero no es esa nuestra intención. Hablaremos de estos adornos añadiendo alguna curiosidad al respecto.

Desde luego si la representación de una láurea me ha llamado la atención a lo largo de estos años ha sido la del gran as de Laiesken. Se pensaba que esta cabeza era diademada, pero la aparición de un ejemplar de excepcional conservación nos hizo apreciar que se trataba de una elaborada láurea de arte inmejorable. Se puede apreciar la mano de un gran artista.

Como curiosidad, la vemos en Lauro en el anverso de C: 10 junto a un torques con cabeza de serpiente.

Corona de hojas de roble

Lo encontramos en varias cecas, como en Bilbilis, donde constituye un motivo central en sus acuñaciones de Época Imperial, siempre en reverso. En las acuñaciones de Celsa, en época de Augusto, la podemos ver en el anverso rodeando el busto de Augusto.

Hojas de hiedra

Las tenemos presentes en unas fraccionarias anteriores a las dracmas: ACIP- 96 y 97.

Espiga

Ilipense. As. Tauler&Fau. Subasta 85, lote 7140.

Forma parte del tocado de varias representaciones femeninas, sobre todo en las dracmas de Emporion del siglo III a.C. Esta ceca sustituye su tipología cartaginesa, desaparece Perséfone que en la mitología romana es Proserpina dejando paso a Aretusa, de clara influencia siciliana. En Valentia lo tenemos en todos los reversos de sus monedas rodeando a la cornucopia central.

Sarmiento

Sirve de adorno en la ceca de Sacili a una cabeza barbada en el anverso de la pieza: ACIP- 954.

Composición floral

Alrededor del anverso de un as de Tuririicina encontramos esta curiosa disposición de hojas y tallos que no nos atrevemos a definir: C-1/3.

Cornucopia

Valentia. As. Tauler&Fau. Subasta 77, lote 46.

En la ceca ce Valentia tenemos un amplio conjunto de frutos relacionados con el aspecto ornamental de este elemento. Probablemente tenemos visibles unas granadas tan abundantes en esa zona.

Con esta pequeña aportación del carácter ornamental de nuestra flora, en la que hemos contabilizado veintiún elementos, damos por terminado este modesto trabajo que no ha perseguido otro fin más que procurarles una distracción haciéndoles pasar un buen rato.

Nos ha sido de gran ayuda el trabajo del equipo del Museo de Prehistoria de Valencia: FLORA IBÉRICA. Diputación de Valencia 2010. Desde aquí nuestro agradecimiento y admiración.

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